lunes, 11 de junio de 2012

¿Dónde quedó el aliento incondicional a los sueños de los que amás? Cuando el nene quiere ser astronauta, le decís que va a ser el mejor astronauta del mundo, no que si persigue esa idea, va a llegar a la luna pero de la patada en el orto que le vas a pegar por pelotudo. 

Me defrauda que mi viejo me diga que vivo en un país y una realidad donde mis sueños no sólo no son posibles, sino que ni siquiera vale la pena perseguirlos.
Me decepciona pero me da fuerzas. Qué suerte que no heredé tu limitación mental. 

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